Filosofía del día:
Cómo me ha costado arrancar con este post. Por si no lo sabes, me gusta empezar las recetas con alguna reflexión que se me pase por la cabeza, que sino esto sería muy aburrido.
Pero hay veces que la vida nos pilla estancados. Sin saber qué hacer, qué decir o qué escribir. Nos quedamos inmóviles sin saber hacia dónde avanzar. Barajamos alternativas, pero ninguna nos convence del todo. Intentas dar un paso adelante, pero enseguida te vuelves atrás. Es el típico caso de parálisis por análisis. Tenemos tanto miedo equivocarnos o sufrir que nos quedamos totalmente paralizados. Es una situación que sufro desde pequeña.
Recuerdo que siempre que tenía que tirarme desde un tobogán enorme, o saltar al agua desde un lugar alto, me lo pensaba no 2, ni 3, sino 20 veces. Ahí me quedaba durante un buen rato mirando al precipicio. Pensando. Barajando las opciones. Pero al final… Siempre saltaba. No podía irme sin hacerlo.
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Esta receta fue el resultado de una total improvisación. No sabía qué demonios hacer con estas espirales de pasta que no son pasta, sino lentejas. El caso es que este nuevo producto tan innovador había que probarlo. ¿Pasta que no es pasta? Yo me apunto. Tiré de lo que tenía de la nevera, lo que se me iba ocurriendo, y ni yo misma sabía que esto iba a acabar siendo una ensalada, pero así ha sido.
Es un plato vegetariano, pero vamos, que a cualquiera le puede gustar. A mi hermano le ha encantado, y él tiene de vegetariano lo que yo de rubia. A mí también me han gustado mucho, y a mi madre dicho sea de paso, así que es hora de compartirla con el mundo.
Por último, ¿por qué es más sana esta falsa pasta que la pasta de toda la vida? Pues porque la primera está hecha a base de lentejas, y la segunda a base de trigo. El trigo prácticamente no nos aporta nada, más que energía pura y dura. Además, se absorbe muy rápidamente y esto causa -entre otras cosas- que no nos sacie en absoluto. Por otro lado, las legumbres -a parte de hidratos de carbono- también aportan una buena dosis de proteína y fibra. Esto hace que se digieran más lentamente y sea mucho más saciante.
Ingredientes (3-4 personas)
Para la ‘pasta’
- 200 gr. de espirales de lenteja roja
- Tomates deshidratados (3 ó 4)
- Hojas de albahaca fresca
- Aceite de oliva virgen
Para la salsa de tomate y verduras:
- 1/2 cebolla grande
- 1/3 berenjena
- 1 lata de tomate natural triturado (400 gr.)
- Sal, pimienta, orégano
Pasos
- Ponemos a cocer las espirales siguiendo las instrucciones del fabricante. En el mismo agua, introducimos los tomates secos para que se hidraten. Una vez listos, reservamos y dejamos enfriar.
- En una sartén, cocinamos la cebolla hasta que esté dorada. Añadimos la berenjena cortada en trocitos muy pequeños (TIP: para agilizar el proceso, puedes calentar los trozos de berenjena previamente al microondas e introducirlos en la sartén ya cocidos). Removemos y añadimos el tomate triturado con las especias. Dejamos reducir unos 10 minutos a fuego medio-bajo.
- En un bol, mezclamos la pasta con la salsa. Picamos los tomates secos y la albahaca y los esparcimos por la ensalada. Corregimos de sal, pimienta y orégano y terminamos con un chorrito de aceite de oliva virgen.
Consejos:
- Si quieres aumentar la cantidad de proteína en el plato, puedes añadir huevo cocido picado a la ensalada.
- Este plato se puede tomar tanto frío como caliente, lo dejo a tu elección.
- Esta receta es tupper-friendly. Vamos, que te la puedes llevar a donde quieras y sabrá igual de rica que recién hecha.
¿Ya habías probado la pasta de lentejas? ¿Qué te parece como alternativa al trigo? Como siempre, si tienes alguna receta con este ingrediente me encantaría que me la contaras en los comentarios. Si te ha gustado esta receta, ¡compártela!
P.D.: La pasta de lentejas la venden normalmente en tiendas eco, herbolarios o en un supermercado que empieza por Merca y acaba por dona.
Una dietista poco corriente. El plátano no engorda.
La del sitio ese que empieza por merca y acaba por dona está rica 🙂