¿Alguna vez te has parado a pensar en por qué desayunas lo que desayunas?
En nuestro país -y en la mayoría de países de Occidente- el desayuno es prácticamente el mismo: tostadas, mermelada, cereales azucarados, leche, zumos, galletas… Es lo normal.
Un día, mi tío me vio desayunando una lata de atún. “¿ESTÁS LOCA?” Eso es lo que me dijo, como si me estuviera desayunando unas lentejas con chorizo. Porque claro, desayunar algo salado, es cosa de gente rara. Sin embargo, si me desayuno un Colacao con tostadas y mermelada (es decir, azúcar + azúcar + azúcar) NO PASA ABSOLUTAMENTE NADA, puedo estar tranquila.
Y ahí es cuando me di cuenta el poder que tiene la industria de controlar lo que pensamos. Suena un poco friki-conspiratorio, pero es verdad. Desayunamos lo que nos dicen que tenemos que desayunar, y nos han acostumbrado a hacerlo desde pequeños, pero nunca nos hemos parado a cuestionarlo. Por eso cuando vemos a una persona desayunando huevos por la mañana nos extrañamos. Pero no amigos, el desayuno es una comida más, realmente no tendría que haber diferencia alguna entre desayuno, comida o cena. Es la industria alimentaria la que se ha encargado de marcar esa diferencia para que compremos los ‘productos de desayuno’.
Mientras reflexionas sobre este tema, te invito a cocinar un desayuno con ‘comida real’:
Ingredientes (1 persona):
- 2 huevos camperos
- Tomatitos cherry
- 1 porción de queso*
Especias: Pimienta, sal, orégano.
*En este caso utilice una loncha de queso semicurado (era lo único que vi por la nevera!), aunque prefiero utilizar quesos que no vengan en lonchas, porque son de más calidad (manchego, de cabra, oveja, parmesano…).
Pasos:
- Calentamos 1/2 cucharada de aceite en la sartén y cocinamos los tomates cherry dejando que suelten su líquido.
- Batimos los huevos, añadimos una pizca de sal y los echamos a la sartén. Añadimos el queso para que se derrita y terminamos con una pizca de pimienta y orégano. Doblamos la tortilla (o no), y listo.
Y tú, ¿qué desayunas y por qué?
Una dietista poco corriente. El plátano no engorda.